jueves, 23 de noviembre de 2017

Los minoicos y su difícil asignación etnológica


Una aclaración sobre cierta pregunta del último examen de historia para Griego I. A propósito de las cuatro primeras etapas de la historia de Grecia.




PREGUNTA Nº 9: ¿A qué civilización se refieren estas palabras? Justifica tu respuesta: “Respecto al origen de estas gentes desde el punto de vista etnológico es difícil adscribirlas a algún pueblo conocido”

La etnología (con la raíz griega contenida en el sustantivo τό ἔθνος "raza", "tribu") es la ciencia que estudia las causas y razones de las costumbres y tradiciones de los pueblos.

Pues bien, parece que la etnología no es capaz de aportar respuestas convincentes y explicaciones suficientes a propósito de ese excepcional pueblo no indoeuropeo que en Creta constituyó la llamada Civilización Minoica (ca. 2600 a 1100 a. C.).

En relación a sus hábitos y costumbres resulta difícil, efectivamente, hallar antecedentes y concomitancias .

Pensemos, por ejemplo, en los rituales en torno al toro (¿qué decir de las "taurocatapsias"?). No olvidemos su arte estilizado y elegante; sus palacios laberínticos; el papel religioso y social (¿quizá político?) de sus mujeres. Y todavía quedan un par de rasgos característicos que dejan perplejos a etnólogos y antropólogos (pienso en que sus palacios carecen de amurallamiento defensivo, por ejemplo).

Por no hablar de su sistema de escritura aún sin descifrar, el silabario Lineal A, un reto apasionante. Una cuenta aún pendiente para nuestros filólogos (en la imagen el "Disco de Festos").

Y para acabar, os dejo este vídeo, también muy especial.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Palabra del Día en DRAE


haltera

Del fr. haltère, este del lat. halter, -ēris, y este del gr. ἁλτήρ haltḗr 'correa con piedras usadas por los saltadores', der. de ἅλλεσθαι hállesthai 'saltar'.

1. f. Dep. En la halterofiliabarra metálica con una bola o con discos en cada extremo.


HALTERAS GRIEGAS EN EL MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL (MADRID) JUNTO A UN DISCO EN BRONCE: SALA DE GRECIA
(Foto propia)

domingo, 19 de noviembre de 2017

Sobre Hispania, ¡hazte preguntas!

Los alumnos de Latín de 4º ESO realizaron una síntesis sobre los contenidos que figuran en su libro de texto (Editorial Anaya) a propósito de la Hispania romana.

 La profesora propuso las preguntas. Los alumnos extractaron las respuestas.

Podrá ayudar a la memorización este humilde vídeo de factura casera a partir de un power-point .


viernes, 10 de noviembre de 2017

En el "Día de las librerías"


Esta entrada del blog quiere ser un recuerdo para los libreros y los libros en la Antigüedad en el "Día de las librerías" que se celebra hoy en España.

Para conocer un poco de este tema, recomiendo el artículo de José Luis Vidal, "Libros, libreros y librerías en la Roma antigua", publicado en el nº 27 de la revista Myrtia (año 2012), págs. 57-71. 

Allí aprendemos que en Roma los esclavos llamados servi litterati eran los encargados de copiar libros en papiro. Esto lo hacían a toda prisa para poder así vender el mayor número posible de ejemplares, pues los librarii o libreros hacían gran negocio. Copiar probablemente al dictado y a marchas forzadas ocasionaba con frecuencia gran cantidad de erratas, de las que se quejaban autores y lectores.

El poeta Marcial también las deplora con su acostumbrado buen humor en el epigrama octavo de su segundo libro:

Si qua videbuntur chartis tibi, lector, in istis
sive obscura nimis sive latina parum,
non meus est error: nocuit librarius illis,
dum properat versus adnumerare tibi.

"Si te parece, lector, que en estas páginas
hay cosas o demasiado oscuras o poco latinas,
no es mío el error: las echó a perder el librero
mientras se apresura enumerando versos para ti".

Las primeras tiendas de libros de Roma se remontan a la época de Cicerón y de Catulo (siglo I a. d. C.). Las había en lugares muy frecuentados. En época de Marcial (siglo I d. C), en el populoso barrio de Argileto, que partía del Foro de César y se extendía hasta el Aventino, tenía el librero Atrecto su negocio.

A juzgar por la palabras de Marcial (esta vez en el epigrama CXVII del libro primero), las puertas de la tienda de Atrecto ofrecían carteles donde figuraban los nombres de los autores publicados: ¡Búscame allí, entre ellos!- le dice a un amigo que le pide un libro - No mandes a un esclavo a por un libro mío, pues vivo lejos y en un tercer piso. Lo mejor es que te pases por la tienda de Atrecto para "comprarme":
[...]
Argi nempe soles subire Letum:
 contra Caesaris est forum taberna 
scriptis postibus hinc et inde totis,
omnis ut cito perlegas poetas:
illinc me pete. +Nec+ roges Atrectum — 
hoc nomen dominus gerit tabernae —;
de primo dabit alteroue nido
rasum pumice purpuraque cultum 
denaris tibi quinque Martialem.

"Sueles pasar, ¿no es cierto?, por el Argileto:
frente al foro de César hay una tienda
con las jambas todas escritas por aquí y por allá,
para que rápidamente leas a todos los poetas.
Allí búscame. Y no preguntes a Atrecto -
este nombre tiene el dueño de la tienda-;
del primer estante o del segundo te dará,
pulido con piedra pómez y con purpura ornamentado,
por cinco denarios, un Marcial".


martes, 7 de noviembre de 2017

La "Ley de las Doce Tablas"

Esta evaluación, los alumnos de Latín de 4º ESO van a leer tres capítulos tomados del estupendo libro de Carlos Goñi: Una de romanos. Un paseo por la historia de Roma, de la editorial Ariel (Barcelona 2007).
Uno de estos fragmentos se ocupa de la Ley de las Doce Tablas (capítulo 6), y menciona la "Ley del Talión", que en la primera legislación romana jugaba todavía un papel como reminiscencia del espíritu de la ley arcaica, no escrita.


"En las sociedades primitivas los hombres se hacían justicia por sí mismos. Nada había que limitase la ira del agraviado. Las represalias que se imponían eran ilimitadas y no guardaban proporción con el daño causado. Después hubo un progreso. Vino la llamada ley del talión con la célebre fórmula del ojo por ojo y diente por diente. Pese a lo bárbara que hoy nos parece, ella representó un gran avance en comparación con la venganza ilimitada anterior, porque estableció al menos una proporcionalidad entre el daño inferido y la represalia de la víctima. Fue, de alguna manera, una limitación en el ejercicio de la venganza.

Los orígenes de esta institución son antiquísimos. La expresión viene del latín lex talionis (de lex, que es “ley”, y talio, “igual”)Casi todos los pueblos antiguos la pusieron en vigencia. En el código babilónico de Hammurabi,compuesto 17 siglos antes de la era cristiana, que es la más remota compilación de leyes conocida, se encuentra ya la ley del talión.

En el Antiguo Testamento de la Biblia —capítulo XXI del Éxodo— se establece que el homicida “pagará alma por alma, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe”.

domingo, 5 de noviembre de 2017

Mapa conceptual sobre Historia de Roma para Latín de 4º ESO

A partir de los datos recabados en la Unidad Didáctica 3 de nuestro libro de texto, es posible establecer un mapa conceptual que nos ayude al estudio de los contenidos sobre historia de Roma. Lo hemos convertido en vídeo y ha quedado así.


jueves, 2 de noviembre de 2017

Miedo horroroso: historias de terror en Estocolmo... y en latín

Intentad escuchar con calma el siguiente vídeo, donde el sueco Daniel Pettersson nos cuenta historias de miedo ocurridas en Estocolmo hace tiempo... o que todavía ahora (etiam nunc) ocurren.

Daniel tiene una perfecta pronunciación, respeta vocales largas y breves, su latín es intachable y no habla demasiado rápido, de manera que se deja entender bien.

Primero se nos cuenta la historia del monje Guideón, que sufrió un naufragio en el siglo IX, y vemos la casa edificada justamente en el lugar al que las olas arrojaron su cuerpo. Aún se le oye y se le ve cada noche... si tienes el valor de acercarte.

Luego Daniel nos lleva al palacio más embrujado de todo Estocolmo, construido a principios del siglo XVIII, que encierra entre sus paredes (¡un emparedado!) a su primer dueño. Otro de sus habitantes era tan malo ("tam malus, tam malignus, tam improbus, tam nefandus) que el propio diablo fue allí a buscarlo. El palacio rebosa de espectros, fantasmas y espíritus, los cuales lloran, gimen, rompen espejos y ventanas, apagan velas... y arrojaron por la ventana a un sacerdote que entró a exorcizar.

Fuera del palacio se encontró enterrado un cadáver anónimo del que nadie sabe nada... si bien una cosa es cierta (illud videtur certum): se trata de uno de esos que van y vienen por allí... et fortasse non!  ("o quizá no!").